This research was conducted to determine the chemical condition initial and final of the soil, having been treated with compost, primary minerals amorphous (MPA) and microorganisms (M) as well as response of the hybrid “Moctezuma” of saladette tomato ( Lycopersicon esculentum Mill.). Compost and MPA were applied 30 days before the transplant, the Steiner solution from the transplant and the microorganisms every eight days up to harvest in drip irrigation; the population density was 25,000 plants per hectare, the which they were handled to a stem in separate rows 1.6 meters between they. The experimental design was randomized complete block with four replications and nine treatments. The 25 Mg·ha ﹣1 of compost and 6 Mg·ha ﹣1 of MPA (T8) were sufficient to yield 114.0 Mg·ha ﹣1 with an increase of 9.3% compared to 104.3 Mg·ha ﹣1 achieved with Steiner solution. Compost, MPA and M were made that the soil increased the fertility from before transplantation, and until the harvest is continued providing enough nutrients, with the exception to Cl and S, which were not detected after harvest. Deficiencies of Cl and S perhaps were one of the causes of that plants did not produced beyond that achieved with Steiner solution or T 8 , this latter that in turn allowed manage more sustainably the soil and plants that with Steiner solution, while with T 8 was supplied organic matter and assimilable mineral by plants.
El suelo tiene un comportamiento dinámico, desde el origen de la vida se han extraído los nutrientes requeridos por la biota del suelo, que ha desarrollado procesos de mineralización, y que se emplea como mecanismos de protección y desarrollo. El suelo está compuesto por más de 1300 diferentes minerales primarios ricos en Si, Mg, Ca, K, Fe, P, Zn, Cu, S, etc., los cuales son disueltos por la materia orgánica y los microorganismos para la nutrición de las plantas. Los suelos con alto contenido de minerales primarios (feldespatos, anfibolas y piroxenos, etc.) ofrecen una reserva considerable de nutrientes, de acuerdo con FitzPatrick [
Según la FAO [
De acuerdo con Bertrand et al. [
Los componentes del entorno geológico son: 1) la atmósfera, constituida fundamentalmente por gases, que incluyen el vapor de agua, 2) la litosfera, la corteza sólida de la tierra, y 3) la hidrósfera, que comprende los océanos, lagos y ríos que cubren las tres cuartas partes de de la superficie terrestre. Los componentes biológicos de los ciclos biogeoquímicos incluyen a productores, consumidores y degradadores, así lo informaron Curtis y Barnes [
La óxido-reducción cambia drásticamente el comportamiento de los elementos en el suelo. En la naturaleza, la óxido-reducción siempre ocurre de manera simultánea y no quedan electrones libres, y su importancia radica en que es un proceso que origina las reacciones de energía dada por la transferencia de electrones. El oxígeno (O), carbono (C), nitrógeno (N), azufre (S), hierro (Fe) y manganeso (Mn), son los elementos involucrados en la capacidad redox y determinan en gran parte la génesis de suelos sulfatados ácidos, según Hinrich [
Miller y Augustine [
Actualmente para la producción agrícola se emplean insumos que provienen de la energía fósil, pero en cultivos como el tomate, las demandas de una fertilización con N son altas (300 - 550 kg∙ha−1). Sin embargo, el N al igual que el P actúan como contaminantes en los flujos y fuentes de agua en Sinaloa, en el orden de 178,438 y 9890 t∙año−1, respectivamente, y los sectores que más contribuyen en su contaminación son la agricultura y la ganadería, reportado por Paez [
Rosset et al. [
Los fertilizantes orgánicos aportan grandes cantidades de materia orgánica, microorganismos y minerales, rehabilitando las características físicas, químicas y biológicas de los suelos, informado por (Martínez et al. [
De acuerdo con Pocknee y Sumner [
Los objetivos de esta investigación consistieron en determinar la condición química inicial y final del suelo, después de haber sido tratado con composta, minerales primarios amorfos y microorganismos, así como la respuesta del tomate saladette (Lycopersicon esculentum Mill.) cultivado en esas condiciones durante un periodo de 150 días, bajo el supuesto de que si al suelo se le aporta materia orgánica, minerales primarios amorfos y microorganismos, se puede satisfacer la demanda de nutrientes del tomate en todo su ciclo vegetativo y productivo.
El trabajo experimental se realizó en un invernadero de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ubicado en el kilómetro 17.5 de la carretera Culiacán-Eldorado, con coordenadas 24˚48'28'' N y 107˚24'30'' O, en un suelo vertisol crómico con pH = 7.3, CE = 0.92 dS∙m−1, MO = 0.86%, RAS = 1.1, N = 147 kg∙ha−1 y P = 28.7 kg∙ha−1. De acuerdo con García [
Se utilizó tomate saladette (Lycopersicon esculentum Mill.) cv “Moctezuma” con hábito de crecimiento indeterminado, el cual se cultivó en surcos separados a 1.6 m y una densidad de población de 25,000 plantas∙ha−1. El trasplante se realizó el 12 de diciembre de 2011 y las plantas se manejaron a un tallo, en diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones y los tratamientos indicados en la Tabla 1. La solución Steiner se definió con base en lo recomendado por Steiner [
Tratamientos y control | Abrev. | Sustancias/mezclas |
---|---|---|
Control (Tratamiento 1) | T1 | Solución Steiner 100 % |
Tratamiento 2 | T2 | 15 Mg∙ha−1 composta + 3 Mg∙ha−1 MPA |
Tratamiento 3 | T3 | 15 Mg∙ha−1 composta + 3 Mg∙ha−1 MPA + 2 L・ha−1 de M |
Tratamiento 4 | T4 | 15 Mg∙ha−1 composta + 6 Mg∙ha−1 MPA |
Tratamiento 5 | T5 | 15 Mg∙ha−1 composta + 6 Mg∙ha−1 MPA + 2 L∙ha−1 de M |
Tratamiento 6 | T6 | 25 Mg∙ha−1 composta + 3 Mg∙ha−1 MPA |
Tratamiento 7 | T7 | 25 Mg∙ha−1 composta + 3 Mg∙ha−1 MPA + 2 L∙ha−1 de M |
Tratamiento 8 | T8 | 25 Mg∙ha−1 composta + 6 Mg∙ha−1 MPA |
Tratamiento 9 | T9 | 25 Mg∙ha−1 composta + 6 Mg∙ha−1 MPA + 2 L∙ha−1 de M |
MPA = Minerales Primarios Amorfos; M = Microorganismos.
así como lo recomendado por los distribuidores de minerales primarios amorfos (MPA) y de microorganismos para definir el consorcio microbiano (Tabla 2). En la parcela testigo, la solución Steiner se aplicó desde el trasplante hasta el fin de cosecha a través de un sistema de riego por goteo con doble manguera por cada surco con goteros cada 30 cm, en tanto que en las parcelas donde se asignaron los otros tratamientos sólo se aplicó agua con el mismo sistema, y donde se planeó la aplicación de microorganismos, éstos se aplicaron cada ocho días a través de dicho sistema de riego.
La composta bocashi (rastrojo de maíz, estiércol de bovino, salvado de arroz, cascarilla de arroz, melaza, levadura de pan, carbón vegetal triturado, tierra de aluvión y agua) y los MPA se aplicaron al suelo un mes antes del trasplante (adt), manteniéndose a capacidad de campo durante 30 días, posteriormente el suelo se removió y mezcló adt.
Se realizó un muestreo de suelo a una profundidad de 0 - 30 cm antes del trasplante y otro al final del cultivo, y aplicando la metodología de Quero [
El espectrómetro de energía dispersiva de rayos X modelo LK-IE250 OXFORD INCA ENERGY 250 permite, por emisión de un haz de electrones primarios que inciden en la muestra y generan electrones secundarios que son colectados por un detector de electrones, la cuantificación total de elementos químicos que se encuentran en una concentración superior al 0.1% del peso seco de la muestra de suelo, con lo que se analizó el contenido de C, O, N, P, K, Ca, Mg, S, Zn, Cl, Mn, Na, Fe, Ti, Al y Si. Asimismo, el pH, CE, CIC y el potencial óxido-reduc- ción (ORP) presente en dichos sitios.
Los porcentajes de C que se observan en la Tabla 3 indican que antes del trasplante se aportó menos energía con T8 y donde posteriormente se aplicaría solución Steiner para el crecimiento y desarrollo de las plantas de tomate, mientras que con el resto de tratamientos la aportación fue mayor, ya que los altos valores de C que se detectaron, comparados con los porcentajes encontrados donde se aplicaron solución Steiner y T8, quizás fueron producto de la mineralización de la materia orgánica por los microorganismos adicionados al suelo con la composta en conjunto con los ya existentes en dicho recurso natural. Sin embargo, posterior a la cosecha el C ya no fue-
Característica | Composta | Característica | Minerales primarios amorfos | Consorcio microbiano | Concentración |
---|---|---|---|---|---|
pH | 9.30 | Ph | 8.9 | Bacillus subtilis | 1 × 1018 ufc∙ml−1 |
CE (dS∙m−1) | 12.0 | CE (dS∙m−1) | 4.5 | Trichoderma harzianum | 2 × 108 ufc∙g−1 |
MO (%) | 10.78 | SiO2 (%) | 34 | Azotobacters pp | 1 × 106 ufc∙g−1 |
N-total (%) | 0.78 | P2O5 (%) | 9.6 | Azozpirillum brasilense | 1 × 106 ufc∙g−1 |
P2O5 (%) | 0.34 | K2O (%) | 2.5 | Glomusin traradices | 20 esporas∙g−1 |
K2O (%) | 1.90 | CaO (%) | 13 | ||
Ca (%) | 1.48 | MgO (%) | 2.0 | ||
Mg (%) | 0.93 | Fe (mg∙kg−1) | 18 | ||
Fe (mg∙kg−1) | 1.9 | Zn (mg∙kg−1) | 16 | ||
Cu (mg∙kg−1) | 16 | Mn (mg∙kg−1) | 5 | ||
Zn (mg∙kg−1) | 65 | ||||
Mn (mg∙kg−1) | 390 | ||||
B (mg∙kg−1) | 120 |
Trat. | C (%) | O (%) | N (%) | P (%) | ||||
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Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | |
T1 | 3.183 b | 0.000 c | 56.010 a | 56.125 a | 0.243 a | 3.372 abc | 0.183 ab | 0.350 a |
T2 | 9.313 a | 7.220 a | 52.292 c | 53.075 c | 0.206 ab | 3.882 ab | 0.290 ab | 0.242 a |
T3 | 7.465 a | 5.368 ab | 53.390 bc | 54.485 abc | 0.183 ab | 4.070ab | 0.363 ab | 0.240 a |
T4 | 7.423 a | 6.985 a | 53.902 b | 53.382 c | 0.217 a | 3.415 abc | 0.366 ab | 0.297 a |
T5 | 9.713 a | 8.165 a | 52.432 bc | 53.902 bc | 0.133 b | 4.232 a | 0.243 ab | 0.277 a |
T6 | 8.418 a | 6.170 ab | 53.130 bc | 54.492 abc | 0.240 a | 2.522 c | 0.366 ab | 0.347 a |
T7 | 9.613 a | 4.850 ab | 52.677 bc | 54.275 abc | 0.206 ab | 2.385 c | 0.426 a | 0.235 a |
T8 | 3.183 b | 3.020 bc | 55.860 a | 55.527 ab | 0.247 a | 3.157 bc | 0.110 b | 0.207 a |
T9 | 9.870 a | 6.925 a | 52.377 bc | 54.032 bc | 0.243 a | 3.185 abc | 0.360 ab | 0.307 a |
DMSH | 3.934 | 3.753 | 1.569 | 1.902 | 0.078 | 1.069 | 0.309 | 0.177 |
Trat. | K (%) | Ca (%) | Mg (%) | S (%) | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | |
T1 | 1.053 a | 0.946 a | 2.033 a | 2.305 a | 1.683 a | 1.820 a | 0.226 a | 0.0 |
T2 | 1.263 a | 1.146 a | 2.080 a | 2.065 b | 1.416 ab | 1.393 bcd | 0.010 a | 0.0 |
T3 | 1.110 a | 1.150 a | 2.360 a | 1.990 b | 1.430 ab | 1.447 bcd | 0.027 a | 0.0 |
T4 | 1.216 a | 1.133 a | 2.260 a | 2.085 ab | 1.417 ab | 1.370 cd | 0.033 a | 0.0 |
T5 | 1.170 a | 1.007 a | 2.093 a | 2.020 b | 1.440 ab | 1.256 d | 0.033 a | 0.0 |
T6 | 0.990 a | 1.063 a | 2.233 a | 2.147 ab | 1.383 ab | 1.543 bc | 0.077 a | 0.0 |
T7 | 1.193 a | 1.190 a | 2.263 a | 2.110 ab | 1.363 b | 1.566 abc | 0.067 a | 0.0 |
T8 | 0.946 a | 0.950 a | 1.945 a | 1.987 b | 1.597 ab | 1.606 abc | 0.203 a | 0.0 |
T9 | 1.090 a | 0.950 a | 2.173 a | 2.025 b | 1.370 ab | 1.630 ab | 0.200 a | 0.0 |
DMSH | 0.280 | 0.274 | 0.642 | 0.385 | 0.213 | 0.222 | 0.251 | 0.0 |
Medias con diferente letra en la columna, son estadísticamente diferentes (Tukey, 0.05). Continúa.
Medias con diferente letra en la columna, son estadísticamente diferentes (Tukey, 0.05).
detectado donde se aplicó solución Steiner, pero donde se incorporó T8 dicho elemento sólo disminuyó ligera− mente (5.1%) en relación a lo estimado en las mismas parcelas antes del trasplante. Lo anterior coincide con lo reportado por Martínez et al. [
La cantidad de oxígeno antes del trasplante fue estadísticamente superior en un rango de 0.3% a 7.1% en las parcelas donde se aplicó solamente solución Steiner (Tabla 3) en comparación a lo encontrado donde se aplicaron los demás tratamientos; asimismo, después de la cosecha, pero el rango de incrementos osciló de 1.1% a 5.7%, de tal manera que como lo señalan Singer y Munns [
A diferencia del C y O, los porcentajes de N que se encontraron antes del trasplante en todas las parcelas fueron muy variables, de tal manera que las mayores cantidades se obtuvieron en aquellas áreas tratadas con solución Steiner, T4, T6, T8 y T9, con los respectivos incrementos de 82.7%, 63.1%, 80.4% y 82.7% en relación a lo estimado en la unidades experimentales tratadas con T5. No obstante, los porcentajes fueron mucho más elevados después de la cosecha, a tal grado que ya no se encontraron valores menores a la unidad porcentual, sino de 2.4 a 4.2 unidades; sin embargo, con T3 y T5 los porcentajes se incrementaron 20.3% y 25.5% con respecto a lo encontrado donde se trató con solución Steiner, aunque los valores no fueron estadísticamente diferentes; en cambio, con T6 y T7 los porcentajes fueron 25.2% y 29.3% inferiores a lo alcanzado con solución Steiner. Según Pocknee y Sumner [
En la concentración de P también se encontraron cantidades muy variables antes del trasplante (Tabla 3), de tal forma que el mayor incremento (132.8%) se dio con T7 comparado a lo obtenido con solución Steiner; mientras que con T8 disminuyó 39.9%. Después de la cosecha, el mayor contenido de P se obtuvo donde se aplicó solución Steiner, lo cual superó a los demás valores en un rango de 0.9% a 69.1%, sin que se notaran diferencias estadísticas entre las porcentajes. Lo cual de acuerdo con Oades et al. [
En lo correspondiente al K se observó que este elemento estuvo presente en el suelo de una forma variable, pero sin diferencia estadística entre los porcentajes antes del trasplante y después de la cosecha (Tabla 3); en cuanto al Ca ocurrió algo parecido antes del trasplante, pero después de la cosecha los porcentajes variaron estadísticamente y el mayor valor porcentual se encontró donde se aplicó solución Steiner, lo que a su vez superó en 11.6%, 15.8%, 14.1%, 16.0% y 13.8% a los valores obtenidos donde se aplicaron T2, T3, T5, T8 y T9, respectivamente. El Mg varió estadísticamente antes del trasplante, pero el porcentaje donde se aplicaría solución Steiner sólo se incrementó en 23.5% comparado con el valor porcentual estimado donde el suelo fue tratado con T7, mientras que posterior a la cosecha el porcentaje en las mismas parcelas superó en 30.6%, 25.8%, 32.8%, 44.9% y 17.9% a los valores porcentuales encontrados donde se incorporaron los respectivos T2, T3, T4, T5, y T6.
El azufre no varió estadísticamente antes del trasplante, pero los porcentajes más elevados se obtuvieron en las parcelas donde se aplicaría solución Steiner y donde se aplicaron T8 y T9, siendo con mucho superior a lo estimado en las demás parcelas; sin embargo, después de la cosecha este elemento ya no se detectó en las muestras de suelo. Estos resultados indican que después de la cosecha el contenido de S en el suelo de las parcelas experimentales disminuyó por debajo del 0.1% que recomienda Takkar [
El contenido de Zn antes del trasplante se indica en la Tabla 4, donde se puede notar que el mayor porcentaje se obtuvo con T2, lo que a su vez superó en 2.85 veces a lo encontrado donde se aplicaría solución Steiner, sin que entre ambos valores hubiera diferencia estadística; sin embargo, donde se aplicaron T5 y T8 el equipo de rayos x no detectó a este elemento. Después de la cosecha se observó que los valores disminuyeron 46.1%, 76.0%, 63.6%, 25.6%, 100% y 100%, en las parcelas donde se aplicaron T1, T2, T3, T4, T7 y T9, respectivamente, en tanto que con T6 y T8 los valores no variaron, pero con T5 este elemento se detectó en el porcentaje que se indica en la tabla. No obstante, el contenido de Zn encontrado antes del trasplante en esta investigación fue muy inferior a lo recomendado por Prasad y Power [
Trat. | Zn (%) | Cl (%) | Mn (%) | Na (%) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | |||
T1 | 0.013 abc | 0.007 a | 0.0 a | 0.0 | 0.083 b | 0.096 a | 0.343 b | 0.096 a | ||
T2 | 0.050 a | 0.012 a | 0.0 a | 0.0 | 0.100 a | 0.103 a | 0.413 ab | 0.103 a | ||
T3 | 0.033 abc | 0.012 a | 0.0 a | 0.0 | 0.093 a | 0.096 a | 0.446 ab | 0.096 a | ||
T4 | 0.043 ab | 0.032 a | 0.0 a | 0.0 | 0.100 a | 0.076 a | 0.440 ab | 0.076 a | ||
T5 | 0.000 c | 0.025 a | 0.0 a | 0.0 | 0.100 a | 0.080 a | 0.516 a | 0.080 a | ||
T6 | 0.010 bc | 0.010 a | 0.0 a | 0.0 | 0.106 a | 0.086 a | 0.433 ab | 0.086 a | ||
T7 | 0.017 abc | 0.000 a | 0.0 a | 0.0 | 0.093 a | 0.106 a | 0.453 ab | 0.106 a | ||
T8 | 0.000 c | 0.000 a | 0.032 a | 0.0 | 0.110 a | 0.096 a | 0.386 ab | 0.096 a | ||
T9 | 0.013 abc | 0.000 a | 0.0 a | 0.0 | 0.093 a | 0.100 a | 0.413 ab | 0.100 a | ||
DMSH | 0.050 | 0.050 | 0.038 | 0.0 | 0.027 | 0.046 | 0.155 | 0.289 | ||
Trat. | Fe (%) | Ti (%) | Al (%) | Si (%) | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | ||
T1 | 4.912 ab | 5.357 a | 0.180 ab | 0.192 a | 6.992 a | 7.422 a | 20.212 a | 22.112 a | |
T2 | 4.692 ab | 4.722 ab | 0.165 ab | 0.177 a | 5.995 c | 6.282 bc | 19.382 a | 19.477 cd | |
T3 | 4.830 ab | 4.810 ab | 0.155 ab | 0.187 a | 6.34 abc | 6.365 bc | 19.622 a | 19.625 cd | |
T4 | 4.510 b | 4.932 ab | 0.150 b | 0.180 a | 6.210 bc | 6.405 bc | 19.212 a | 19.635 cd | |
T5 | 4.672 ab | 4.350 b | 0.162 ab | 0.175 a | 6.110 bc | 5.905 c | 19.012 a | 18.390 d | |
T6 | 4.620 ab | 4.945 ab | 0.165 ab | 0.185 a | 6.122 bc | 6.342 bc | 18.917 a | 20.025 cd | |
T7 | 4.752 ab | 5.165 a | 0.165 ab | 0.185 a | 5.840 c | 6.730 abc | 18.457 a | 21.135 abc | |
T8 | 5.280 a | 5.295 a | 0.182 a | 0.195 a | 6.785 ab | 7.030 ab | 19.460 a | 21.535 ab | |
T9 | 4.695 ab | 4.895 ab | 0.160 ab | 0.175 a | 5.830 c | 6.260 bc | 18.850 a | 19.362 cd | |
DMSH | 0.706 | 0.772 | 0.030 | 0.026 | 0.737 | 0.838 | 2.171 | 1.874 | |
Medias con diferente letra en la columna, son estadísticamente diferentes (Tukey, 0.05). Continúa.
Medias con diferente letra en la columna, son estadísticamente diferentes (Tukey, 0.05).
ser de aproximadamente 0.5 - 70 mg∙Mg−1, puesto que las plantas de tomate requieren este nutriente para la síntesis de del ácido B-indolacético, una de las hormonas de crecimiento, que de acuerdo con Navarro [
El Cl fue uno de los elementos que el sistema de rayos × sólo detectó antes del trasplante en las parcelas que recibieron tratamiento con T8 (Tabla 4), lo que significa que los porcentajes de Cl encontrados en esta investigación antes del trasplante no fueron suficientes para satisfacer las necesidades de las plantas de tomate, ya que Navarro [
El Mn estuvo presente con diferencias estadísticas antes del trasplante, con incrementos que fueron desde 12.0% - 32.5% con todos los tratamientos que incluyeron composta, con respecto al valor obtenido con T1; no obstante, después de la cosecha ya no se observaron incrementos con diferencias estadísticas, por lo que de acuerdo con Salisbury y Ross [
El Na fue otro elemento que antes del trasplante se detectó con incrementos de 12.5% - 50.4% donde se incorporaron tratamientos que contuvieron composta, comparado con el porcentaje estimado donde se aplicaría T1, aunque sólo hubo diferencia estadística con respecto al valor obtenido con T5; después de la cosecha ya no se observaron incrementos en relación al valor observado donde se aplicaría T1, pero entre los respectivos pares de valores hubo disminuciones de 72.0%, 75.1%, 78.5%, 82.7%, 84.5%, 80.1%, 76.6%, 75.1% y 75.8% de dicho elemento, lo que conllevó a que las sales no se acumularan en el suelo y afectaran el crecimiento y desarrollo de las plantas de tomate, como lo refiere Villafañe [
Antes del trasplante el Fe tuvo incremento en las parcelas tratadas con T8 con respecto al valor alcanzado donde se aplicaría solución Steiner (Tabla 4), el cual llegó a ser de 7.5% sin diferencia estadística entre ambos valores, mientras que con relación al valor estimado donde se aplicó T4 el incremento fue de 17.1% con diferencia estadística. Después de la cosecha los valores más altos se lograron donde se aplicó solución Steiner, T7 y T8, los cuales superaron en los respectivos 23.1%, 18.7% y 21.7% al valor alcanzado con T5; entonces de acuerdo a la información de Salisbury y Ross [
El contenido de Ti antes del trasplante fue más alto (21.3%) donde se aplicó T8 comparado con el valor estimado donde se aplicó T4 (Tabla 4), y después de la cosecha continuó siendo el más alto sin diferencias estadísticas con respecto a los demás valores.
En cambio, el mayor porcentaje de Al antes del trasplante y después de la cosecha se obtuvo donde se aplicaría o se aplicó T1, sólo con incrementos de 16.6%, 12.6%, 14.4%, 14.2%, 19.7% y 19.9% en comparación a los respectivos valores detectados donde se aplicaron T2, T4, T5, T6, T7 y T9 antes del trasplante, en tanto que después de la cosecha los incrementos fueron de 18.4%, 16.6%, 15.9%, 25.7%, 17.0% y 18.6% en comparación a lo detectado donde se adicionaron T2, T3, T4, T5, T6 y T9, respectivamente. El valor del Si no varió estadísticamente antes del trasplante, pero tuvo incrementos de 3.0% - 9.5% sobre los valores obtenidos con los demás de tratamientos; sin embargo, después de la cosecha lo detectado tuvo las diferencias estadísticas que se observan en la Tabla 4 con incrementos de 13.5%, 12.7%, 12.6%, 20.2%, 10.4% y 14.2%, solamente en relación a los respectivos valores obtenidos con T2, T3, T4, T5, T6, y T9. Esto permite deducir que el Si es como lo refiere Epstein [
El∙haber aplicado los tratamientos antes del trasplante ocasionó que el pH y la ORP se incrementaran en todos los casos (Tabla 5) con respecto a lo registrado después de la cosecha, de tal forma que con todos los tratamientos que incluyeron ya sea composta más los minerales primarios amorfos o composta más minerales primarios amorfos y microorganismos, el pH se incrementó significativamente en comparación a lo estimado en las parcelas tratadas con solución Steiner, y los incrementos oscilaron de 4.7% - 7.3%. Este incremento del pH coincide con lo reportado por Aguilera [
Trat. | pH (H) | CE (dS/m−1) | CIC (cmolc kg−1 ) | ORP (mV) | ||||
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Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | Antes | Después | |
T1 | 7.766 a | 7.795 b | 1.798 a | 1.155 a | 12.680 b | 4.296 c | 147.680 abc | 289.750 a |
T2 | 7.833 a | 8.245 a | 0.435 d | 0.502 b | 34.663 a | 26.083 a | 159.680 ab | 219.000 d |
T3 | 7.933 a | 8.365 a | 0.403 d | 0.882 ab | 26.893 a | 20.063 ab | 151.000 abc | 216.000 d |
T4 | 7.800 a | 8.160 a | 1.349 ab | 0.997ab | 27.543 a | 26.105 a | 173.000 a | 233.750 cd |
T5 | 7.800 a | 8.172 a | 0.586 cd | 0.787 ab | 35.358 a | 27.390 a | 161.680 ab | 220.000 d |
T6 | 7.742 a | 8.370 a | 0.887 bcd | 0.537 b | 30.598 a | 23.035 a | 126.000 bcd | 239.000 bc |
T7 | 7.500 a | 8.297 a | 1.158 abc | 0.557 ab | 35.400 a | 18.913 ab | 173.680 a | 229.250 cd |
T8 | 6.933 b | 8.212 a | 1.284 ab | 0.752 ab | 12.623 b | 9.452 bc | 116.000 cd | 256.750 b |
T9 | 7.466 a | 8.252 a | 1.617 a | 0.640 ab | 35.280 a | 26.083 a | 93.670 d | 240.750 cb |
DMSH | 0.482 | .268 | 0.781 | 0.614 | 12.361 | 12.275 | 40.010 | 18.318 |
Medias con diferente letra en la columna, son estadísticamente diferentes (Tukey, 0.05).
Sin embargo, en cuanto al potencial óxido reducción (ORP) que también se incrementó con todos los tratamientos al término de la cosecha, en comparación a lo registrado antes del trasplante, el valor más alto se obtuvo donde se aplicó la solución Steiner, el cual superó de 12.8% - 34.1% a lo estimado con los demás tratamientos. Los valores más altos de ORP después de la cosecha significan que la oxidación se incrementó a los niveles indicados en la Tabla 5, debido a la materia orgánica contenida en el suelo más la que se adicionó con la composta, el contenido de oxígeno y la pérdida de electrones por algunos elementos. No obstante, los valores de mV encontrados en esta investigación estuvieron muy por debajo de 400, de tal manera que como lo señalan Iván et al. [
La CE disminuyó en el 66.7% de los casos en comparación a lo estimado antes del trasplante, incluida la parcela donde se aplicó la solución Steiner (Tabla 5); mientras que después de la cosecha, los valores de la CIC disminuyeron en todos los casos con respecto a los valores obtenidos antes del trasplante, pero la mayor disminución (66.1%) ocurrió donde se aplicó la solución Steiner. Sin embargo, los valores de CIC encontrados antes del trasplante fueron muy similares a los reportados por Ribón et al. [
En la Tabla 6 se puede observar que en las parcelas manejadas con solución Steiner o con T8, la producción de frutos extragrandes superó desde 127.0% hasta 428.2% más donde se aplicó solución Steiner, mientras que donde se aplicó T8 los incrementos oscilaron de 146.4% - 399.1%. En frutos grandes la mayor producción se logró con T8, pero el promedio alcanzado sólo superó en 142.3%, 139.9% y 146.7% a los respectivos promedios obtenidos con T3, T5 y T7. La producción de frutos medianos se expresó con mayor intensidad donde se aplicó T2, aunque estadísticamente el promedio sólo superó en 163.2%, 1.56.6% y 140.4% a lo alcanzado en las parcelas tratadas con T1, T5 y T9, respectivamente. El rendimiento de frutos chicos fue superior en las parcelas tratadas con T2 y T7, de tal manera que con T2 sólo se superó en 279.2%, 135.8% y 76.7% a los promedios obtenidos con T1, T8 y T9, respectivamente; en tanto que con T7 los respectivos incrementos fueron de 277.3%, 134.9% y 138.7% con respecto a los mismos promedios. Sin embargo, la mayor producción total se obtuvo con T8, la cual no superó a lo logrado con la solución Steiner, pero en relación a los respectivos promedios cosechados con los tratamientos T2, T3, T4, T5, T6, T7 y T9, se estimaron incrementos de 123.1%, 157.2%, 142.7%, 174.0%, 140.9%, 154.5% y 126.7%.
La producción total de 114 Mg・ha−1 obtenida de las parcelas tratadas con 25 Mg・ha−1 de composta + 6 Mg・ha−1 de MPA (T8) casi fue similar a lo que Parra et al. [
Tratamientos | Extragrande (kg・m−2) | Grande (kg・m−2) | Mediano (kg・m−2) | Chico (kg・m−2) | Total (kg・m−2) |
---|---|---|---|---|---|
T1 | 5.010 a | 3.220 ab | 1.660 b | 0.530 d | 10.430 ab |
T2 | 1.830 c | 3.250 ab | 2.710 a | 1.480 a | 9.260 bc |
T3 | 1.560 c | 2.340 c | 2.050 ab | 1.330 abc | 7.250 cd |
T4 | 1.850 c | 2.630 abc | 2.160 ab | 1.360 ab | 7.990 cd |
T5 | 1.170 c | 2.380 bc | 1.730 b | 1.280 abc | 6.550 d |
T6 | 1.970 c | 2.710 abc | 2.120 ab | 1.280 abc | 8.090 cd |
T7 | 1.330 c | 2.270 c | 2.310 ab | 1.470 a | 7.380 cd |
T8 | 4.670 a | 3.330 a | 2.310 ab | 1.090 bc | 11.400 a |
T9 | 3.190 b | 2.820 abc | 1.930 b | 1.060 c | 9.000 bc |
Medias con diferente letra en la columna, son estadísticamente diferentes (Tukey, 0.05).
Mg・ha−1, que obtuvieron de tomate saladette cultivado con solución Steiner, té de composta, té de vermicomposta y lixiviado de vermicomposta, respectivamente. También superó la producción de 84 Mg・ha−1 que obtuvieron Cun et al. [
No obstante, la producción de 250 Mg・ha−1 que obtuvieron Ortega et al. [
La fertilización con 25 Mg・ha−1 de composta y 6 Mg・ha−1 de MPA fue suficiente para que con el híbrido “Moctezuma” de tomate saladette se obtuviera una producción de similar proporción a la que se puede lograr con solución nutritiva Steiner.
La incorporación de composta, MPA y microorganismos hizo que el suelo incrementara su fertilidad desde antes del trasplante, y hasta la cosecha se continuara proveyendo de suficientes nutrientes para el crecimiento, desarrollo y rendimiento de tomate, con excepción del Cl y el S, el primero que apenas se detectó antes del trasplante, y el segundo que ya no fue detectado después de la cosecha, al igual que Cl.
Las deficiencias de Cl y S en el suelo antes del trasplante y después de la cosecha quizás fueron unas de las causas por las que las plantas de tomate ya no produjeron más allá de lo que se logró con la solución Steiner y con T8, ya que el S es un elemento importante en la formación de compuestos orgánicos (proteínas, cistina, cisteína, metionina, etc.), mientras que el Cl forma parte del Fotosistema II que es importante para la fotosíntesis, además de formar parte de más de 130 compuestos orgánicos, dentro de éllos el ácido 4-cloroindolacético, que es una hormona del tipo de auxina.
Los porcentajes de nutrimentos detectados antes de que aplicara solución Steiner en las parcelas, indicaron que en el suelo ocurrieron la oxidación y reducción química de nutrimentos de manera natural, y que después que se aplicaron todos los tratamientos los dos fenómenos siguieron dándose, aunque la reducción fue más intensa en algunos elementos que otros, para que muchos de los nutrientes estuvieran disponibles para las plantas de tomate, excepto el Cl, antes del trasplante y después de la cosecha.
La no detección de S después de la cosecha en todas las parcelas, y la del Zn en algunas parcelas, indicó que estos son elementos en los que la reducción fue muy prominente, pero que fue menor en relación a la demanda de las plantas, ocasionando que aparentemente se agotaran al final de la cosecha de tomate.
A través de la fertilización con T8 (25 Mg・ha−1 de composta y 6 Mg・ha−1 de MPA) se pudo llevar a cabo el manejo del suelo y plantas de manera más sustentable que cuando sólo se manejaron con solución Steiner, puesto que con T8 se aportó materia orgánica y minerales, de donde continuaron las reducciones químicas para seguir proporcionando nutrimentos asimilables por parte de las plantas.
Juan Martín Parra Delgado,Edgar Quero Gutiérrez,Leopoldo Partida Ruvalcaba,Teresa de Jesús Velázquez Alcaraz,Tomás Díaz Valdés,Felipe Ayala Tafoya,Marino Valenzuela López, (2015) Yield of Tomato in Soil Treated with Compost, Amorphous Primary Minerals and Microorganisms. Open Access Library Journal,02,1-13. doi: 10.4236/oalib.1101865